
¿Son nocivos los teléfonos móviles para los niños? Empezamos la esta entrada con la misma pregunta que planteamos en el inicio de esta entrada. Pero es que la ciencia aún no ha sabido responder de forma concluyente a esta pregunta, pero la polémica es inevitable dado que raro es el adulto que no cuenta, al menos, con un teléfono móvil.
Los gobiernos de Reino Unido y Finlandia, por ejemplo, recomiendan reducir el uso de teléfonos móviles por parte de menores y el Ejecutivo francés ha prohibido su uso en la escuela (hasta los diez años) con el fin de proteger a los pequeños del posible daño de las ondas electromagnéticas que emiten estos aparatos.
Además, el Gobierno galo también ha pedido a las compañías telefónicas que fabriquen y comercialicen un teléfono con el que no se pueda hablar, pero sí enviar mensajes.
En este caso, las autoridades sanitarias y educativas han decidido aplicar el principio de precaución, teniendo en cuenta los estudios científicos que indican que existe un riesgo potencial.
Y los estudios científicos, ¿Qué dicen?
El Comité Científico de Toxicología, Ecotoxicología y Medio Ambiente de la UE ha concluido que no hay “ninguna prueba” de que los campos electromagnéticos generados por la telefonía móvil produzcan efectos nocivos en la salud, siempre que esas ondas estén dentro de los límites establecidos por la UE en 1999.
Aunque la prensa española se esfuerza en poner de manifiesto que las investigaciones al respecto no son concluyentes, lo cierto es que el doctor en medicina y catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares, José Luis Bardasano, ha conseguido demostrar científicamente que las ondas electromagnéticas modifican la morfología del cerebro mientras se utiliza el teléfono móvil. No obstante, el también presidente de la Fundación de Bioelectromagnetismo y Ciencias de la Salud reconoce que aún queda por investigar si esos cambios pueden o no tener consecuencias negativas a largo plazo en nuestro organismo.
Asimismo, el doctor Francisco Vargas, ex subdirector general de Sanidad Ambiental y Salud Laboral y experto de la OMS afirma que no se han evidenciado efectos del uso de los teléfonos móviles entre la población infantil, aunque reconoce se necesitan más investigaciones a largo plazo. En este sentido, Vargas señala que se recomienda que los niños no mantengan el teléfono móvil durante mucho tiempo porque se transfiere una energía que puede producir una cierta elevación de temperatura y, que a la larga, puede ser perjudicial porque el sistema neurológico del niño está en proceso de crecimiento.